jueves, 15 de marzo de 2012

Alma

Recuerdame en la luna
como un sol a oscuras
cuelgame de los percheros
que cuelgan tu mirar.

Abrigos de piel madura
que saben del bien hablar
que saben reir sin rendirse
al estrago del mar.

Supera los mareos del enredo
que te dan sin ataduras
para anudarse al nudo corredizo
que busca su mal hablar.

Si ven la madera royendo
con dientes de blanco mar
se sube al tejado de su casa
para verlos bailar.

 Las lagrimas de cristal
como gotas de agua al llorar,
transparentas los nudillos
de todos mis bolsillos
que no se paran a coser ya.
El surco de una mota de serrín
sueñan, no envuelvan en trajín,
que le palpitan las alas,
que al viento tiene que salir.

Reflejos a lo lejos
de la luz susurra
sentada en las ventanas
terciopelo que se vende en su mirar.

Cantaba sumida en la risa
que a trapos le hacia recordar
la rosa se asienta en el centro
no al borde del mar.

                                                                              Alejandro Victoria Romero

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